Reto 3. INFORME DEL TALENTO FEMENINO 2024
1. Presenta la política pública que hayas elegido.
El INFORME DEL TALENTO
FEMENTINO 2024 , Se trata de un estudio sobre la brecha de género en la
sanidad española, elaborado por Mujeres de la Sanidad, iniciativa de FUNDAMED,
pretende indagar la desigualdad de género en el ámbito sanitario. La sanidad supone el
principal empleador nacional y se encuentra altamente feminizada,
pero, a pesar de ello, es uno de los sectores que presenta una
brecha de género mayor; además, la Formación Especializada
Sanitaria (FSE) registra anualmente un aumento en el número de mujeres que
deciden enfocar su trayectoria en este ámbito, sin embargo, esta realidad no se
traduce en un mayor liderazgo femenino, y no se prevé que un simple relevo
generacional palie esta situación.
Los resultados de este informe , han sido presentados por la titular de Sanidad, Mónica
García, el pasado mes de
mayo de 2024 por su carácter “pionero”, en palabras de la ministra.
2. Analiza la política pública que hayas
elegido.
ROLES:
¿Impacta esa política o proyecto público en los roles de género?
La OMS
definió en 2018 el género como
“un factor que crea inequidades
sanitarias por sí solo y que puede agravar las que son producto de
la situación socioeconómica, la edad, la etnia, la discapacidad, la orientación
sexual, etc.” que “influye en el empleo, las condiciones de trabajo y las
trayectorias profesionales de los trabajadores del sector sociosanitario”.
Es por ello que la producción científica y la preocupación pública ha ubicado esta cuestión en el centro de las políticas, creando ya desde hace más de 15 años organismos y entidades –públicas, pero también privadas– que centran sus esfuerzos en analizar las cuestiones atravesadas por el género con el objetivo de mitigar las inequidades que actualmente registran los sistemas de salud, desde la propia percepción de la salud, el acceso a la sanidad o el entorno profesional sanitario. El género es un determinante social fundamental para la salud y sus sistemas.
RECURSOS:
¿Tiene efecto en el acceso igualitario a recursos económicos, materiales o de
otro tipo para las mujeres?
Definiendo la salud como “las normas, expectativas y
funciones sociales que aumentan las tasas de exposición y la vulnerabilidad
frente los riesgos para la salud, así como la protección frente a los mismos, y
que determinan los comportamientos de promoción de la salud y de búsqueda de
atención sanitaria y las respuestas del sistema de salud en función del
género”, siendo “uno de los principales determinantes sociales de las
inequidades sanitarias”.
Actualmente se plantea como una preocupación abordarlo
desde las instituciones públicas españolas, diseñando acciones de diversa
índole. Como ejemplo, la propuesta
genérica del Ministerio de Sanidad quiere garantizar la “equidad en salud” y establece como marco
político los acuerdos internacionales y nacionales alcanzados en las últimas
décadas para diseñar mecanismos de vigilancia.
Se ha establecido una diferenciación entre “sexo” (biológico asignado al nacer,
incluyéndose la intersexualidad) y
“género” (identidad, expresión y orientación), intentando así
alcanzar una mayor rigurosidad en el análisis de la influencia de los DSS en la
salud de los pacientes y el Sistema Nacional de Salud (SNS).
Dentro del ámbito profesional, sanitario, la OMS señala para Europa que “en muchos países, las
mujeres representan más del 70 por ciento del personal sanitario remunerado
y, a menudo, son las principales profesionales de atención domiciliaria y
comunitaria. Además, son las principales prestadoras de cuidados no
remunerados. A pesar de ello, están
infrarrepresentadas en los puestos directivos y de toma de
decisiones de los sistemas de salud.
El resultado para España no es mejor: también existen entidades que dedican esfuerzos a indagar sobre las desigualdades en el ámbito nacional que han lanzado estudios que han dado un resultado muy desigual entre sexos. Por ejemplo, el realizado por el proyecto Women in Medicine (WOMEDS) –iniciativa promovida por la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME)– actualizado para el 8 de marzo de 2024 y que toma como referencia los datos de los hospitales públicos del Sistema Nacional de Salud, facilitados por las Consejerías de Sanidad de 14 Comunidades Autónomas, establece en “solo el 33 por ciento de las jefaturas de servicio” lideradas por mujeres, a pesar de suponer el 61 por ciento de las medicas especialistas y en torno al 70 por ciento del personal total.
De la misma forma, el apartado 2.1
del ‘Informe
Salud y Género 2022’ elaborado por el Ministerio de Sanidad alertó sobre que
circunstancias como la irrupción
de la COVID-19 no han hecho más que agravar la situación, registrándose un aumento generalizado de las
desigualdades existentes.
Según la encuesta realizada, el 82 por ciento de las
profesionales sanitarias preguntadas opinan que dicha influencia de la pandemia ha cambiado su vida
familiar y personal, Asimismo, los resultados del informe revelan que
este aspecto ha afectado al “89 por ciento de mujeres frente al 78 por ciento
de hombres”, y algunos de los hechos que motivan esta diferencia son una mayor carga en el ámbito asistencial además
de las labores adicionales de
cuidado que han tenido que ejercer.
Otra causa fundamental que, además, determina el
desarrollo de la carrera profesional sanitaria hace referencia a que las
mujeres han empleado menos tiempo en
aspectos relacionados con la investigación
y ciencia, siendo la principal matriz evaluadora en la construcción y
crecimiento de los curriculums en medicina
3. Comenta, si los conoces, el impacto y resultados que ha tenido o tiene esa política pública. Si desconoces esa información, comenta entonces el impacto y resultados que consideras que podría tener.
La
iniciativa Mujeres de la Sanidad remonta
su actividad a 2019 acumulando conocimiento científico gracias al estudio de
las inequidades en el ámbito de la sanidad y la salud, concretamente, en torno
al liderazgo femenino.
Así, ha mantenido reuniones con autoridades sanitarias de diversa índole, desde encuentros en la sede parlamentaria de la Comunidad de Madrid, la Asamblea de Madrid, hasta jornadas de trabajo con diferentes sociedades científicas, entidades sanitarias, compañías con experiencias de éxito, consejeras de sanidad, directoras generales, diputadas, senadoras y expertas de variadas procedencias ideológicas y políticas
Lo
primero que confirma el Informe
es la tendencia general: en
España, las jefaturas de servicio, área
o gerencia recaen mayoritariamente envarones, registrando las
diferencias más significativas en torno a las especialidades médicas.
El
estudio alcanza un total de 15
autonomías que facilitan datos, sin embargo, no todos presentan mujeres
jefas de servicio: cuatro sólo inscribieron a varones (Extremadura, Navarra,
Castilla y León y La Rioja). Si bien es cierto que estas son las comunidades
autónomas que menor número de candidaturas presentan, el dato contrasta con que
la tendencia también se mantiene
teniendo en cuenta el indicador provincial: en una dimensión territorial
menor, en este caso, tomando como indicador la provincia, 20 de 27 inscritas
cuentan con jefes de servicio mujeres.
En ninguna
comunidad autónoma se inscriben más jefas de servicio que jefes, siendo
tan solo Cataluña (45,6 por ciento), Madrid (44,1 por ciento) y País Vasco
(42,9 por ciento), las únicas que superan el 40 por ciento de representación
femenina en suspuestos de liderazgo. Por el contrario, la diferencia es más
acuciante en la Comunidad Valenciana (22 por ciento), Castilla-La Mancha (28,6
por ciento), Andalucía (35,3 por ciento), Cantabria (35,6 por ciento) y, por
último, Galicia (38 por ciento).
En
cuanto a la dirección hospitalaria, los Premios BiC evalúan y reconocen a través
de la categoría “Mejor Hospital” (incluyendo alta y media complejidad) a los altos
cargos, gerentes y directivos de
los centros, y los resultados son asimismo llamativos. Aunque las direcciones
son ostentadas en su mayoría por hombres (62,2por ciento) que por mujeres (37,8
por ciento), datos que ratifican la tendencia general, los galardones terminan
por concederse a más mujeres, en concreto, al 60por ciento. Sin embargo, la
perspectiva de género obliga a detenerse en el por qué: vuelven a ser puestos
que requieren de alta capacidad de gestión y organización, trato humano e
intermediación, históricamente ejercidos por mujeres.
Pero sí que existe un caso paradigmático: la Farmacia Hospitalaria, donde el 77,7por ciento de jefas de servicio son mujeres. La tendencia se vuelve a invertir, sin embargo, en lo relacionado con Oncología (aunando aquí el servicio médico con el mismo nombre y el liderazgo ejercido en torno a la investigación oncológica), dondeel 32,6 por ciento de las responsables son mujeres, el 6,25 por ciento quedan finalistas y ninguna gana.
La
sanidad, pese a ser el principal empleador de España, presenta una brecha de
género muy arraigada en sus puestos de responsabilidad.
las mujeres representan cerca del 70 por
ciento del total de profesionales sanitarios, sin embargo, menos del 30 por ciento llegan a liderar
servicios hospitalarios. Esta infrarrepresentación tiene un impacto negativo no
solo en la equidad de género, sino también en el potencial del sistema
sanitario en su conjunto.
Una de las debilidades es lo que se ha
denominado la “ventana joven”.
Sé trata de un lapso temporal crucial, identificado en el último evento
parlamentario celebrado en el año 2021 en la Asamblea de Madrid, en el que las médicas
experimentan un estancamiento en su desarrollo profesional. Este periodo, situado entre el final de la residencia (MIR)
y los 40 años, coincide con la adquisición de mayores compromisos
familiares y personales que afectan a su carrera.
Es por eso por lo que las profesionales
sanitarias consultadas reclaman medidas
urgentes para impulsar el talento femenino, coincidiendo en la necesidad
de acatar medidas concretas para abordar este problema-
Esto fue también abordado por la titular de
Sanidad, Mónica García, en la
presentación pública del Informe. Así, desde el ministerio calificaron la situación
como “David contra Goliat”, donde las mujeres se enfrentan a barreras como el” techo” y las “escaleras de cristal” en
las que, a pesar de su talento y dedicación, encuentran dificultades para
ascender a puestos de liderazgo debido a “factores sociales, culturales y
estructurales, como la carga de cuidados que recae desproporcionadamente sobre las
mujeres.
El punto fuerte es, que, para revertir esta situación, la
ministra propuso medidas concretas, destacando la necesidad de fomentar la conciliación entre la vida
laboral y familiar, romper las barreras que impiden el ascenso delas
mujeres y promover referentes femeninos
en todos los niveles del sistema sanitario. También hizo hincapié en la
importancia de compartir experiencias
con organizaciones que ya han tenido éxito en el impulso del talento femenino,
asegurando que su gobierno estudia medidas para que este cambio se produzca lo
antes posible. En definitiva, es un
desafío ético y político, que radica en fomentar la conciliación, la
igualdad de oportunidades y entornos laborales adaptables como claves para
potenciar a las mujeres en el sector sanitario. La igualdad no solo es un
principio ético, sino también un consenso político que repercute en la calidad
de la sanidad y el enriquecimiento de la toma de decisiones.
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